Con la innovación made in Laurent Ponsot, el progreso está al alcance de la mano… al alcance del smartphone, para ser exactos.
Gracias al sistema desarrollado por la sociedad Selinko, ahora el consumidor final puede comprobar si la botella que tiene en sus manos viene realmente de nuestra bodega. Estos chips están integrados en nuestras cápsulas y poseen dos extensiones que permiten también detener los datos si se abre la botella.
Ahora se puede comprobar la autenticidad de cada botella de nuestros Grands Crus gracias a la última generación de chips «NFC» (Near Field Communication), presentes en todos los nuevos teléfonos. Solo tiene que colocar el smartphone sobre la cápsula y la leerá de forma instantánea.
Los nuevos chips NFC, denominados NFC bancarios, tienen la particularidad de ser inviolables porque cambian su dirección IP de una forma caótica cada vez que alguien los lee.
Y para evitar que la cápsula sea retirada y colocada en otra botella, cuenta con un sello pegado a caballo entre la cápsula y el vidrio de la botella. Si alguien trata de quitarla, quedarán unas marcas indelebles.
Una aplicación gratuita permite verificar la autenticidad de nuestras botellas.